Focaccia sin gluten fermentada con Kéfir de agua

Hace unos meses que el Kéfir de agua y yo somos amigos inseparables y nuestra relación se forjó con un poco de cautela. Tengo que reconocer que soy más de Kombucha pero el Kéfir de agua para mí está siendo un descubrimiento y poco a poco está ganando un sitio especial en mi cocina.

Los fermentos están ganando mucho adeptos cada día y son ya muchas las personas que tienen curiosidad por las técnicas que se usan para determinadas preparaciones como puede ser la Kombucha, el kéfir, chukrut, etc. Creo que el éxito de los fermentos viene dado por todas las propiedades que nos aportan a la hora de mejorar nuestra flora, nuestras digestiones y nuestra en salud en general.

Esta rica focaccia es una receta muy habitual en casa  por lo sencillo que resulta prepararla y siempre el resultado es idóneo para un almuerzo, cena o simplemente para llevar a algún lado.  Podrás hacerla con aceitunas, tomates secos, romero o al gusto que tu más prefieras.

Me encanta la textura esponjosa que tiene y el sabor que le da el trigo sarraceno es una auténtica delicia pero podrás hacerla con otro tipo de harina si te resulta difícil encontrar este pseudocereal.

El secreto de esta focaccia es que uso el trigo sarraceno en su forma germinada y al añadir el kéfir de agua lo que sucede es magia en todo su esplendor. De esta forma evitaremos el uso de cualquier levadura y así simplificar los ingredientes en esta receta.

El proceso de germinado es super sencillo y te lo explico ahora mismo. Pon el trigo sarraceno en remojo en una fuente durante unos 30 minutos. Pasado este tiempo, escurre el trigo sarraceno y déjalo en un colador para que drene toda el agua. Cúbrelo con un trapo limpio y humedece dos veces al día.  Deja germinar entre 24 – 36 horas para que el brote sea del mismo tamaño que el grano.

 

Focaccia sin glutén fermentada por Kéfir de agua 

• Partes: 4
• Tiempo: 35 minutos
• Dificultad: media
• Imprimir

Rica focaccia con un estilo muy particular  para acompañar una rica ensalada  . Sin gluten, sin azúcares y sin  lácteos . 100% vegetal

Ingredientes

• 350 gramos de trigo sarraceno previamente germinado*
• 180 ml de kéfir de agua*
• 1 cucharadita de sal marina
• aceitunas para decorar
• romero fresco
• aceite de oliva

Direcciones

 

Germina el trigo sarraceno como te expliqué antes.

En una batidora deberás de poner el trigo sarraceno germinado, la medida de sal marina y la medida de kéfir de agua.

Tritura hasta conseguir una mezcla muy homogénea y sin nada de grumos.

Deposita esta mezcla en un frasco de vidrio estéril para que fermente. Deberás de ponerlo en un sitio cálido como puede ser dentro del horno apagado.

Deja que la mezcla fermente 24 horas.

Te sugiero que el bote de vidrio sea lo suficientemente alto ya que la mezcla aumentará mucho su volumen.

Una vez ya pasado el tiempo de la fermentación deberás pasar la mezcla a un molde tipo pizza con la ayuda de una espátula o lengua de gato.

Te recomiendo que uses algo de papel de horno en el molde para evitar que se te pegue.

Extiende muy bien la preparación y procura que toda la focaccia tenga el mismo nivel por todos los lados

Ahora decora con las aceitunas, el romero y si quieres añade un poco de aceite para darle un toque a la corteza.

Una vez decorada deja que repose  una hora más.

Cuando pase esa hora deberás  precalentar el horno a unos 180º C.

Hornea la focaccia entre 30 – 35 minutos.

Cuando ya esté lista y bien dorada, trocea y disfrútala mucho.

Te dejo una secuencia de fotos para que te sea más fácil hacer esta receta.

 

Masa al inicio

Masa pasadas 24 horas

 

 

* puedes usar el trigo sarraceno sin germinar pero entonces deberás de usar algún tipo de levadura de panadería comercial que incorporarías a la hora de triturar en la batidora. 

* Si no tienes kéfir de agua, no te preocupes puedes sustituirlo por agua mineral.